Cartografías lectoras y otros estudios de lectura

La Red Internacional de Universidades Lectoras ha publicado el primer número de la colección "Universidad y Lectura", en colaboración con la editorial Marcial Pons. El primer título de la colección es "Cartografías lectoras y otros estudios de lectura", coordinado por Mar Campos F.-Fígares y Eloy Martos Núñez.
La Red Internacional de Universidades Lectoras (www.universidadeslectoras.org) surgió en 2007 como una plataforma de universidades que buscaba la excelencia académica pero también un tratamiento transversal de la lectura que sirviese a la comunidad universitaria y al desarrollo cultural de su entorno. En particular, hemos abordado las nuevas prácticas de lectura y escritura en relación a diferentes paradigmas científicos de las Humanidades, las Ciencias Sociales, las Tecnologías de la Información y la Comunicación, la Medicina, el Derecho, la Economía, la Biología, la Ecología, etc. Actualmente, RIUL cuenta con más de 50 universidades europeas y americanas repartidas en más de diez países.
Así pues, en este contexto de promover la lectura y la escritura de forma integral y de colaborar con diferentes agentes sociales, culturales y económicos, la colección Universidad y lectura que RIUL pone en marcha con Marcial Pons pretende ser un foro multidisciplinar, que aborde la lectura desde distintas perspectivas y como parte de esta cultura de la complejidad (Morin), que es signo de nuestro tiempo.
Precisamente fue la cultura de la Modernidad la que implantó y desarrolló, históricamente, códigos de lectura distintos para cada uno de los diversos ámbitos de la cultura de las humanidades y de las ciencias sociales. Reflexionar sobre el significado de esas distintas racionalidades de lectura, así como proponer fórmulas superadoras que puedan incorporarse al futuro que propugna la Postmodernidad constituye el ámbito de trabajo de esta colección de monografías.
La cartografía cultural es un campo emergente de los estudios sociales y humanísticos. Reveladora de la cultura de la complejidad que preconiza Edgar Morin, constituye un magnífico instrumento de recogida de datos de las prácticas de lectura y escritura de un mismo entorno comunitario, sin dejar de ser además una herramienta esencial de planificación y gestión cultural.
El cotejo en distintas escalas de los datos de las cartografías -desde un campus universitario concreto a ámbitos más amplios del tejido urbano- nos permite vislumbrar espacios de colaboración y de intercambio, tal y como sucede en los hubs culturales y en otros espacios físicos de encuentro entre profesionales. En este sentido, su capacidad heurística es de gran valor para el estudio de las nuevas corrientes culturales.
Este libro analiza la teoría y la metodología subyacentes a las cartografías lectoras de las universidades públicas andaluzas (elaboradas en el marco del Proyecto Atalaya y disponibles en Internet). Constituye, por ello, un primer ensayo de sistematización en esta temática.

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